Autor: Fabrizio Casari
No pudiendo ya protestar por los presos «políticos», la corriente dominante de derechas, compartiendo con la falsa corriente dominante de izquierdas, ha elegido el nuevo terreno de confrontación con la Nicaragua sandinista: la supuesta injusticia al privar de su nacionalidad a los terroristas enviados a EEUU de acuerdo con Washington.
Se puede estar o no de acuerdo con la parte dispositiva de la sentencia que priva a los nicaragüenses de su nacionalidad, pero sin situar la decisión en el contexto político y jurídico en el que maduró, no se hace más que academia inútil. Conociendo el historial delictivo de estos individuos, se entiende cómo la sentencia es una consecuencia lógica de sus actos. Fueron partícipes activos de una probada y documentada conspiración internacional urdida por EEUU y con ramificaciones en Europa y América Latina, dirigida a un cambio político violento en la organización política e institucional de Nicaragua. En otras palabras, un golpe de Estado.