Brazos abiertos, blusa blanca color gaviota del Titicaca, pollera roja, quiklla cargando bebe o no, sombrerito marrón prendido en el cabello, maravilloso, negro. Pasitos cortos corriendo, va directa hacia el policía para abrazarlo. Él, cerebrito lavado de racismo no reconoce a su mamá. Apunta y dispara, recto al pecho, gas lacrimógeno que hace llorar al mundo entero, por esta imagen multiplicada millones de veces del policía matamamá. El Señor Ministro de Educación la llama a ella, bestia. Perucito querido, 8 de marzo gobernado por una mujer títere de un gobierno más títere de una población, de cuello y corbata que ama por encima de todas las cosas su cuenta bancaria y odia, por encima de todas las cosas a su Patria, el Perú.
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