No es solamente un crimen contra un candidato a la Presidencia de la República. Matan a un ser humano, con sus ideas, sus defectos y virtudes. Matan a un contrincante político, un padre, un hermano, un esposo, para ponerlo como bandera de propaganda electoral. Matan, matan, ese es el camino de la barbarie y no de la Vida que buscamos para nosotros y nosotras, para nuestros hijos e hijas, nietos y nietas. Es un crimen contra EL EJERCICIO DEMOCRÁTICO DEL PUEBLO ECUATORIANO, así con mayúsculas.
Culpar al Correísmo lleva seis años de derrota. Lo único que genera es odio contra la democracia y los pobres del campo y la ciudad. La política, el progresismo y la Soberanía son valores nacionales. La Patria está en peligro y no es broma. Es demasiado evidente que criminales se han apropiado del país. Pero no son los 1000 sicarios, son quienes lucran con ello. “El crimen organizado” es la gran consigna, que oculta la perversidad del poder. Ese término y el “ajuste entre bandas”, esconde la vileza de la codicia descontrolada de los inescrupulosos y corruptos.
Hay que tomar con pinzas las declaraciones de una banda encapuchada con armas de guerra, que se autodenomina “Los Lobos”, sean reales o no. Lo que está sucediendo es que han asesinado a un candidato presidencial, amenazando a otros, y quienes más perdemos somos el pueblo y el ejercicio democrático del voto.
Fernando Villavicencio, quien denunció sus amenazas y no recibió ninguna protección especial de la Policía Nacional (la puerta por donde dispara el sicario estaba desprotegida, según los videos) fue expuesto al crimen. Es claro que era un personaje connotado de la derecha.
Es claro que era enemigo de Rafael Correa y de lo que la RC representa. La Soberanía, la Patria, el Progresismo, la Redistribución suave de la riqueza, el acceso de los pobres a la economía. Estaba en contra de todo aquello en lo que creemos, sin embargo, su crimen es aborrecible desde cualquier punto de vista. Matar al ser humano, cuyo asesinato es un instrumento de la implementación de la codicia neoliberal, para que los banqueros sigan acumulando miles de millones en paraísos fiscales, es aborrecible. La codicia es ilimitada, no les basta con haber entregado y recogido toda la ganancia. Con dientes sanguinolentos exigen más. Hasta la muerte del aliado.
No hay excusa ni perdón de Dios. Como dice Dante Alighieri en la puerta de entrada al Infierno: “Lasciate ogni speranza voi che entrate” “Dejad cualquier esperanza vosotros que entráis”.
Por qué él. Por qué Fernando Villavicencio. Siempre estuvo vinculado a la Embajada de los EEUU. No era el mejor de los candidatos. Sí era el que más conocía o recibía información de los órganos de inteligencia. Lo demostró en su defensa del presidente Guillermo Lasso en la Asamblea Nacional.
Por qué él. No hubiera salido elegido, no hacía sombra a nadie y sí sabía demasiado. Esto permitirá agrupar el voto de la derecha contra la Revolución Ciudadana, contra el progresismo. Quién viene: el seudo indígena Pérez o el fascista francotirador, Jean Topic. Otto Sonnenholzner aparecerá como el personaje suave y viable y capaz de proponer orden, pero con poquísima credibilidad.
Jamás pensamos que se pudiera dar el asesinato como solución política a la derrota electoral, sin embargo, ha ocurrido. El crimen contra el Candidato Fernando Villavicencio y luego el asesinato del sicario, al parecer en una institución del Estado, da para leer parámetros de conspiración.
El Ecuador da terror. Hay un gobierno que por comisión u omisión, permite el asesinato. A pesar de esto, tenemos que poner todos los esfuerzos para evitar una guerra civil.
Hoy aquí ya no se pide la unidad de las fuerzas progresistas, ya se pide la unidad de todos los sectores sociales y políticos, exigiendo el cumplimiento del cronograma electoral y la ocupación de las calles hasta que esto se dé.
Nada de toque de queda ni suspensión de garantías Constitucionales, que de nada sirvieron. Hoy el pueblo en las calles y elecciones libres y soberanas, es la consigna.
Queremos Paz y construiremos paz en las calles. Hombres y mujeres, mujeres y hombres, ecuatorianos y ecuatorianas de buena fe, ciudadanos y ciudadanas de buen coraje y firme actitud.
La derrota será para los cobardes. La victoria será de los justos.
Mantener el calendario electoral, defender la Constitución y vencer con el proyecto democrático, soberanista, redistributivo y nacional que elija el pueblo mayoritariamente.
Elecciones limpias y libres ¡AHORA!