¡Excomulgados! Sentenció el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Rafael Correa y su familia nuclear, Jorge Glas y su familia nuclear han sido excomulgados por la nueva inquisición que decide quiénes somos los buenos y quiénes somos los malos.
Ya lo habían hecho con anterioridad con generales y coroneles de la Policía Nacional del Ecuador, sin dar los nombres, insultando a la institución en su conjunto, pero ahora lo hacen, con el agravante antijurídico, anti cualquier idea de lo legal, de hacer recaer el “pecado” de los padres sobre la esposa y los hijos.
Esto es tirar al tacho la jurisprudencia, cambiarla, reducir a cero el Estado de derecho, ese es el objetivo del Imperio.
“No solo te condeno sin pruebas, sino que además te expulso a los confines de mi Imperio. Te envío al exilio no solo de tu país, sino de mis fronteras y pongo en riesgo tus viajes a cualquiera de mis países con gobiernos lacayos. Y no solo a ti sino a tu esposa y tus hijos y agradece que no lo hago hasta la quinta generación”.
(Menciono lo de la quinta generación, porque mi padre, un destacado abogado genovés, tuvo que demostrar que los Varese no éramos judíos y la prueba eran partidas de bautizo católico hasta la quinta generación, hacia arriba. Fin de la anécdota antifascista.)
En febrero serán las elecciones en Ecuador y claro que todo ello forma parte de la campaña electoral dirigida por la embajada gringa. No tener visa para los Estados Unidos, para los antipatriotas y los serviles, es un demérito. Influir en el voto apoyando a los que entregan el país, es lo menos que puede hacer la embajada.
Presionar hasta romper con el derecho de asilo de Jorge Glas y con la inviolabilidad de la Embajada de México. Entregar territorio para bases militares estadounidenses, privatizar todo aquello que huela a soberanía es parte de la política de entrega.
Destruir el Estado de Derechos a nivel mundial es el objetivo, en ese marco están las acciones de los yankis en respaldo al genocidio en Gaza, Cisjordania y ahora Líbano, como lo estuvieron en Irak, Libia y Siria; y en ese marco están las acciones de los gobiernos obsecuentes con ellos.
La solidaridad con el Presidente Correa y su familia, no para que tenga la visa, sino para que sepan que las mayorías patrióticas de la humanidad están con ellos. La solidaridad con el Vicepresidente Jorge Glas, que purga pena de prisión en las peores condiciones, la solidaridad con los perseguidos y perseguidas. La solidaridad con el pueblo palestino, sus niñas y niños, sus mujeres y sus ancianas y ancianos que mueren de sed y de hambre cuando caen mutilados por las bombas de ese engendro espantoso que es Netanyahu y sus acompañantes estadounidenses y europeos.
Témanle a Ghandi, témanle a Mandela, témanle al Che, a Fidel, así como le temen a Correa, a Petro, a Lula y ahora a Claudia; y peor aún le temen a Maduro, a Ortega a Díaz Canel. Sí señores imperialistas, como dijo Fidel, no les tenemos ningún miedo, teman la respuesta del pueblo digno en cada rincón del mundo libre, comenzando por Nuestramérica.