Niños palestinos obligados a abandonar sus hogares miran por la ventana de una escuela gestionada por la ONU donde se refugiaron el 18 de mayo de 2021 en Gaza.

“Quiero escribir pero me sale espuma”, dice César Vallejo, nuestro paisano universal.
Quiero escribir, pero me sale tristeza, llanto, ira, cólera, impotencia, ganas de vivir, ganas de proteger, ganas hasta de matar y caer en lo mismo.

Los niños de Gaza, los niños, unos judíos y otros musulmanes o cristianos, los niños son un objetivo político y militar. Hamás, tomó niños como rehenes. Creo que es inaceptable.
El ejército Israelí tiene a los niños como objetivo desde hace muchos, muchos años. Miles de fotos de niños pegados, capturados, arrestados, llevados a mazmorras y condenados. Adolescentes tirapiedras con hondas como la del rey David, solo que esta vez Goliat (el malo del relato) es Israel.
Los matan desde la edad de aquel niño, que ni siquiera conoció el pecho de su mamá, pues estaba en la incubadora del hospital, hasta a aquel que salió corriendo a buscar su juguete y voló destrozado por la bomba, lanzada por los criminales que no tienen perdón de ningún dios, de ninguna diosa, aunque traten de justificarse con textos de la Tora o del Antiguo Testamento.

Acabo de leer varios artículos muy analíticos, muy sesudos, muy conocedores de lo que llamamos Medio Oriente. No soy un experto en ello. Sí sé una cosa: el capitalismo es malo, el colonialismo es mortal. Y este es el resultado. Una humanidad que devora a sus cachorros en nombre de quedarse con la tajada más grande de la presa.
En nombre de cuál dios hay que clamar. ¿Jehová, Alá? ¿En nombre del Dios único de todas las culturas? ¿En nombre del Cristo, todos los días crucificado en la vida de esos niños? ¿En nombre de Buda, en nombre del Dios Jaguar, en nombre de la Pachamama?
El milagro no vendrá por allí. El milagro vendrá de los pueblos en las calles, comenzando por el pueblo de Israel de deberá rebelarse contra ese gobierno criminal, que no invade Gaza, no por preservar la vida de sus soldados o del pueblo palestino, sino por temor a perder prestigio y poder, del criminal Natanyahu.
Los niños de Gaza siguen siendo su objetivo militar, destruir la moral y la resistencia de los palestinos, sin importar el costo humano. Peor aún la limpieza étnica, aniquilar a los herederos, a los vástagos, a cualquiera que no pertenezca “al pueblo elegido”, muy poco les falta para decir “a la raza aria”. Y por favor señores, esto no es “antisemitismo”, esto es humanidad, derecho universal, derechos humanos, derecho a la vida.
El milagro vendrá. Vendrá por las calles de los pueblos del mundo imperializado, de las ciudades europeas y de los propios EEUU, destinados a derrotar a esos gobiernos corruptos y venales.

Hay culpables con nombre y apellido del asesinato de 4000 niños palestinos, solamente en esta última ofensiva, en estos 22 días.
Por supuesto el sicópata Netanyahu, hombre corrupto, desesperado por el poder, engendrado por los autores del holocausto que vivieron sus padres, sus abuelos, o parientes, tal vez. Los partidos israelíes de extrema derecha que respaldan a este, repito, sicópata.
Biden, el aparentemente enclenque presidente de los EEUU, que se presentó como una alternativa democrática a Donald Trump y que resultó ser una serpiente venenosa, en todas sus relaciones internacionales y en las relaciones internas, con su propio pueblo. Habla a nombre de una supremacía estadounidense que ya no existe como la sueñan, y en disputa con China por la hegemonía mundial. Biden respalda el asesinato de los niños, apoya el crimen de guerra.
La lista de Presidentes y Primeras ministras europeas que son cómplices es demasiado larga, baste decir que la Comisión Europea Con Úrsula van der Leyden a la cabeza, tiene las manos manchadas de sangre, tanto como el sicópata Netanyahu o Joe Biden. Ella, en representación de los países que componen lo que fue una esperanza democrática y culta y hoy es solamente un remedo colonialista a la cola de los EEUU, a las órdenes de los poderosos del mundo. Hoy Borell (el Almagro europeo) trata de lavarse las manos con declaraciones altisonantes, probablemente por el temor a los pueblos en las calles.
Más daño no se puede hacer a esa zona del planeta, destruida por la voracidad de los petroleros, Irak, Libia, Siria, Yemen, sus pueblos, pagan esa voracidad con millones de víctimas.
Y esa voracidad devora a los niños de Gaza y si los dejamos devorará los niños del mundo como lo está haciendo hoy.

Las voces de Nuestramérica
Comenzando por Petro que fue muy preciso: “Están resucitando a Hitler en los tiempos de la crisis climática y vuelve idéntico con sus campos de concentración y la destrucción completa de los pueblos.”
Lula, alzó la ronca palabra que lo presenta, diciendo “…lo de Palestina es un Genocidio…”
Hasta Boric, en el sur de América del Sur, «los atentados inaceptables y brutales perpetrados por Hamás no justifican bajo ningún punto de vista, la barbarie que el Estado de Israel está llevando adelante en Gaza».

Por supuesto, Venezuela, México, Nicaragua, Honduras y Cuba son firmes en su condena a la barbarie contra Palestina.
Y además de los gobiernos honestos y sus dirigentes, las gentes en las calles de Quito, Buenos Aires, Lima, Santiago, Sao Paulo, Río, han marchado contra esta matanza.
El consejo de Seguridad de la ONU no encuentra forma de detener la masacre apoyada por los EEUU. Un corredor humanitario es lo mínimo que se puede pedir, y aun así EEUU vota en contra en la Asamblea General de la ONU.
Estamos en un camino muy duro, el voraz accionar sobre los recursos naturales llevan a condiciones climáticas graves y difíciles para la humanidad. La irracionalidad de la codicia no tiene límites. La necesidad de restructurar a la ONU es una tarea durísima. Los partidos fascistas en el poder y las presiones de aquellos que están fuera del poder, pero representando al gran capital son enormes.
España es una representación de ello, con VOX que trata de recolonizar Nuestramérica.
Otra vez Vallejo, refiriéndose a la Guerra Civil española, nos trae el verso, “¡Porque en España matan, otros matan al niño, a su juguete que se para, a la madre Rosenda esplendorosa…!” No se pueden hacer concesiones al fascismo.

Los niños que aún están vivos en Gaza, gritan por la acción de la humanidad entera, claman por la vida, lloran por un poco de agua, piden la paz.
Los niños de Gaza, de Yemen, de Irak, de Siria, de Ucrania, de Israel, de Afganistán, los niños Kurdos, los niños Saharauis, los niños del Congo, los peruanos, los colombianos, los Ecuatorianos recientemente reclutados por el narco, con anuencia del gobierno. LOS NIÑOS, nuestros niños son víctimas porque son objetivos políticos, económicos y militares de la codicia.
Conozco a Antonio Guterres, creo que es un hombre honesto y sensible. Debemos reformar a la ONU.
Nos preguntamos, si el Consejo de Seguridad de la ONU, no puede proteger a los niños de la Humanidad, entonces: ¡Para qué coño sirve el Consejo de Seguridad!

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