La niña Venezolana/estadounidense de dos años, Maikelys Antonella Espinoza, fue secuestrada de los brazos de su madre, mientras se preparaba a abordar el vuelo de Retorno a la Patria, a Venezuela. Las oficiales de migración de los EEUU le arrancaron a la niña y se la llevaron, quien sabe dónde. La niña hoy en manos desconocidas, la madre destruida y para colmo el padre llevado a El Salvador a la cárcel del miserable de Bukele, sólo por ser migrante.
Una escena pública y publicada. Una escena de pesadilla.
No escuché el grito de los gobiernos. Ni de asombro, ni de horror, menos de condena.
Cuatro soldados han reconocido que torturaron brutalmente a los niños de Las Malvinas, Guayaquil, Ecuador. Josué, Ismael, Johny, Nehemías, Steven, 14, 15, y ¡11 años! Luego de torturarlos con crueldad, según relatan los mismos, con toda la fuerza de adultos entrenados, los asesinaron e incineraron, tratando de ocultar la bestialidad de su acto. Eran 16 uniformados y al parecer bajo el mando de un oficial superior. Un Teniente Coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
No sabemos cuantos más de los 27 desaparecidos de los barrios de Esmeraldas y Los Ríos pasaron por el mismo trance.
Entre 15 y 20 mil niñas y niños han sido asesinados exprofesamente en Gaza. No fueron accidentes o como se llama en el lenguaje del pantano, daños colaterales. Fueron objetivo militar de los cobardes soldados israelíes.
El mensaje es claro: nosotros hacemos lo que queremos con aquellos que ustedes más aman: sus hijos e hijas. Ese es el objetivo, inmovilizarnos. Y parece que están ganando.
Somos la supremacía blanca, somos la humanidad elegida, somos los ricos de la Tierra. Nosotros tenemos la impunidad de hacerlo y los destruiremos desde sus raíces.
Ustedes son la humanidad descartable y cada vez menos importante, los reemplazaremos con robots más higiénicos y más baratos. Ustedes ya no nos sirven.
Nos siembran terror, nadie se mueve, nadie se levanta en Ecuador. Ni siquiera los gremios de abogados, la academia, menos el periodismo lacayo.
Venezuela responde con su gobierno con coraje y firmeza.
El mundo se levanta contra el genocidio en Gaza, los jóvenes protestan y son reprimidos. Las bestias analfabetas como Trump, Rubio o Milei, quieren cerrar universidades. Unos pocos rectores protestan.
Cuidado nos dejemos amedrentar hasta el punto de escondernos. Buscan una conflagración, buscan la guerra, pero la guerra contra sus propios pueblos y sepan que los pueblos responden. No hay armas, por poderosas que sean capaces de detener un pueblo armado de dignidad y coraje.
Matar a los hijos, a las niñas y los niños, no tiene perdón. Pagarán cada una de las muertes, pagarán cada centímetro robado de las pequeñas vidas y lo pagarán muy caro.
Esta no es una amenaza, es simplemente una lectura clara de la historia de la humanidad. La vida se defiende a sí misma desde la primera célula en el mar. Cuídense bellacos.